Postura tántrica.

El sexo tántrico se deriva del Tantra, doctrina espiritual que apareció hace varios siglos en el Lejano Oriente. Esta filosofía propone celebrar las cosas buenas de la vida y sentir la intensidad de la experiencia sensorial. Se cree que la energía sexual es una de las fuerzas más poderosas de este mundo. Por tanto, la relación sexual y el orgasmo son considerados expresiones divinas que
contribuyen a la plenitud individual y, sobre todo, de pareja. El sentido del sexo tántrico, es mucho más profundo que el mero placer genital. Los ejercicios del Tantra no se orientan a lograr el simple orgasmo, sino que esta técnica va más allá de lo que podamos imaginar. Se trata de prolongarla la última etapa en el acto sexual, la más intensa, inhibiendo el espasmo para permanecer indefinidamente en el punto límite, el que da acceso al "paraíso sexual cerebral" lo que es capaz de provocar  los mejores orgasmos que puedas imaginar.  Solo esta técnica te da la posibilidad de tener superorgasmos reales. Práctica el sexo a cámara lenta, escucha y siente tu cuerpo, el templo del Tantra. 

Hay determinadas posturas que ayudan a sentir  el cuerpo de tu pareja más intensamente, que permiten que os miréis a los ojos, que sintáis vuestra respiración y que os fusionéis en una sola persona. 

Una de ellas es la Postura del Pilar: la pareja se coloca arrodillada sobre la cama, la mujer se desliza sobre los muslos del hombre guiando el pene hacia la vagina. 

Los más 
Posición muy intima permitiendo abrazarse y acariciarse cómodamente. 
Recomendado para el amor tántrico.   

Los menos 

Penetración poco profunda.