jueves, 4 de octubre de 2012

Típicos objetos fetiche.

Para entrar en materia lo primero que vamos a hacer es definir el concepto de fetichismo, para que todos sepamos de que estamos hablando. El primer significado del término “fetiche” fue el de ser un objeto que poseía poderes sobrenaturales y al que los hombres veneraban. Este término no se empleó en el ámbito de la sexualidad hasta el siglo XIX, cuando el psicólogo francés Alfred Binet empezó a emplearlo al estudiar el fenómeno por el cual algunas personas adoraban determinados objetos del amado- fetiches-, en lugar de adorar al amado.

Podemos entender el fetichismo como un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en el coito, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña. Consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto, sustancia o parte del cuerpo en particular.

El fetichismo sexual es una práctica inofensiva (salvo algunos extremos obsesivos) y es uno de los juegos eróticos más frecuentes. En cierto grado todos tenemos un lado fetiche: sentimos debilidad por alguna prenda de nuestro amante, nos provoca un determinado perfume, nos llama la atención algún complemento en especial y nos sentimos más atraídos si esa persona lo lleva puesto...

¿Cuáles son los típicos objetos fetiche?


De los cinco sentidos, para el fetichista uno de los más importantes es el olfato: el perfume, el aroma de determinadas partes del cuerpo o el olor en ciertas prendas (ropa interior, medias, pañuelo del cuello...) 

El tacto también resulta muy excitante, por eso telas como la seda, el terciopelo ó la piel son objetos de culto para los fetichistas. 

Las prendas ajustadas que ciñen o realzan la figura tienen mucho significado, tales como corsés, cinturones, sujetadores, zapatos de tacón, botas altas... son muy típicas. 

Los juguetes eróticos fetiche más comunes son esposas, fustas, plumas, guantes... y por su puesto, la forma de utilizarlos en el juego sexual. En torno a las vestimentas, muchos juegan con la fantasía de ciertos disfraces u objetos propios de una profesión. 

Relativos al cuerpo humano: los pies, los senos femeninos muy grandes o muy pequeños, el vello corporal tanto que haya exceso como que no exista ni rastro, un tipo determinado de ojos, la curvatura de la espalda, las piernas muy estilizadas o el cabello largo son algunos ejemplos.

La lista de posibles fetiches puede ser de lo más variada y amplia.  Quizás este artículo se te quede en algún rincón de tu cerebro grabado, y en el momento menos pensado veas tu objeto fetiche en esa persona y no puedas evitar sonreír. 

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3 comentarios:

  1. Son tantos, tan variados y, además, en función del momento y situación, que no sabría por donde empezar, pero para abreviar, me quedo con las mujeres grandes, caderonas, culonas y enormes pechos...

    Enhorabuena por la gran página que tienes, que seguro que visito a menudo.

    Un abrazo.

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  2. Hola,

    Muchas gracias por animarte a comentar, tus preferencias quedan reflejadas pues, jeje. Espero que esto anime a más gente ;-)

    Me alegro de que te guste el blog!!

    Un saludo!

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  3. Para mi el cuello, y sobre todo la nuca de un hombre no sé porque pero... me encanta!! y el olor de esa zona a un buen perfume, ya me resulta irresistible.

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